Una de las posibles causas de dolor articular es la artritis psoriásica. Esta enfermedad crónica y de origen autoinmune ocasiona inflamación de las articulaciones que se asocia a lesiones en la piel. Es poco frecuente, pero puede afectar a tu calidad de vida, razón por la que nos interesa que la conozcas. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la psoriasis?
Es una patología de la piel con lesiones características y simétricas que generalmente adoptan la forma de placas en las zonas de roce. Se ven enrojecidas, elevadas, con bordes definidos. Además, están cubiertas con una descamación de color plateado y producen un prurito intenso.
Has de saber que estas placas se deben a la acumulación de células muertas en una capa engrosada y evolucionan con brotes y periodos de remisión. La psoriasis no es contagiosa debido a su origen autoinmune. La edad de inicio es entre los 30 y los 50 años, aunque puede aparecer desde la infancia.
Por otra parte, el 40 % de las personas con artritis psoriásica tiene un familiar con el mismo diagnóstico o con psoriasis, lo que sugiere una tendencia hereditaria. Otro dato interesante es que cerca del 15 % de los afectados por la enfermedad cutánea desarrolla artritis psoriásica.
Artritis psoriásica
La inflamación articular asociada a la psoriasis puede presentarse antes que las lesiones en la piel. La artritis psoriásica es crónica, no contagiosa, afecta a varias articulaciones y cursa con síntomas como calor local, enrojecimiento, dolor e hinchazón. Con el paso del tiempo, produce deformación y limitación de la movilidad, como sucede en las artrosis.
Su evolución es muy irregular, con periodos de actividad e inactividad, e involucra distintas regiones del cuerpo. Por este motivo se ha clasificado según las formas de presentación. La más común, que se observa en aproximadamente la mitad de los pacientes, afecta a unas pocas articulaciones de las piernas y los brazos, pero hay otras localizaciones:
- En las articulaciones distales de los dedos.
- En la pelvis y la columna.
- La forma asimétrica es leve y aparece en una o varias articulaciones de un solo lado del cuerpo.
- La artritis mutilante, que destruye y deforma, es rara y surge en las manos y los pies.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas generales pueden observarse tanto en la piel como en las articulaciones y varían de un paciente a otro. Los más frecuentes incluyen los siguientes:
- Articulaciones con signos de inflamación en un lado del cuerpo o en ambos.
- Aumento de volumen en los dedos de las manos o los pies.
- Rigidez matutina.
- Dolor de espalda o en las caderas.
- Fatiga crónica.
- Uñas hendidas o que tienden a separarse del lecho ungueal.
- Enrojecimiento y dolor en los ojos, cuando estos órganos se ven afectados.
Diagnóstico de la artritis psoriásica
Una de las evidencias que indica la presencia de esta patología es la existencia de psoriasis en el propio paciente o en un familiar cercano. También la sugiere la inflamación articular, si coincide con los patrones que te comentamos anteriormente.
Los análisis de sangre para otros tipos de enfermedades que cursan con inflamación articular, como los anticuerpos antinucleares o el factor reumatoide, suelen ser negativos. Si bien no hay una prueba específica para confirmar el diagnóstico, sí hay hallazgos radiológicos importantes.
En la llamada «falange de marfil», un signo característico, hay condensación y engrosamiento del entramado óseo y del periostio, lo que incrementa la densidad del hueso de forma homogénea. Otra imagen radiológica es el patrón en «lápiz y copa», y se debe a la coexistencia de la reabsorción y la proliferación óseas.
Tratamientos más utilizados
A la hora de tratar esta patología, el objetivo es calmar el dolor y la inflamación, así como ralentizar el daño que se genera en las articulaciones. Al tener manifestaciones tan disímiles, el tratamiento debe ser individualizado según las dolencias de cada paciente. La fisioterapia juega un papel importante para conservar la movilidad articular y la flexibilidad de los músculos.
Los medicamentos más utilizados son los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el naproxeno. Sin embargo, a veces es difícil tolerar sus efectos adversos y es preferible optar por otros fármacos.
Los corticosteroides reducen los procesos inflamatorios porque inhiben ciertos mecanismos relacionados. En el caso de esta patología es frecuente administrarlos mediante inyecciones, directamente dentro de la articulación.
Los fármacos modificadores de la enfermedad, o FAME, son de uso más reciente y pueden ser convencionales o con diana específica. Su acción es relevante, ya que previenen el deterioro articular y atenúan los síntomas al detener el progreso de la artritis.
La artritis psoriásica puede deteriorar tu calidad de vida, pero los reumatólogos cuentan con un amplio arsenal terapéutico para controlar el dolor articular. Lo más importante es mantener tu calidad de vida, para lo que dispones también de los complementos alimenticios de Phytogen Medical Foods. ¡Visita nuestra web hoy mismo y lo comprobarás!