El cáncer de mama metastásico sigue siendo una de las principales causas de muerte femenina. Pese a sus dificultades, existen tratamientos que ayudan a sobrellevar la enfermedad, controlar los síntomas y prolongar la vida. ¿Quieres conocerlos?
¿Qué es el cáncer de mama metastásico?
Esta forma avanzada de cáncer de mama implica que las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo: huesos, hígado, pulmones, cerebro… Es, por ello, un tipo de cáncer en etapa IV, mucho más difícil de tratar.
Aunque sus síntomas varían según la ubicación de la metástasis, son habituales:
- Dolor óseo.
- Dificultad para respirar.
- Dolor abdominal.
- Pérdida de peso inexplicable.
Tipos de tratamiento para el cáncer de mama metastásico
Cuando la prevención no ha sido suficiente, la elección del tratamiento depende del tipo de cáncer, la extensión de la enfermedad y la salud general del paciente. ¿Hacemos un rápido repaso por las distintas posibilidades?
Terapias con medicamentos
Se llama terapia sistémica a la administración de medicinas para terminar con las células cancerosas. Un oncólogo clínico suele ser el encargado de recetarlas y, por lo general, se administran mediante:
- Tubo intravenoso. En vena con aguja.
- Vía oral. Con pastillas o cápsulas.
Estos medicamentos pueden ser de terapia hormonal, quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia.
Terapia hormonal
La oncología busca con ella bloquear o reducir los niveles de hormonas femeninas en el cuerpo, porque el estrógeno y la progesterona pueden estimular el crecimiento de células cancerosas. Su objetivo es detener este proceso.
Se utilizan, sobre todo, inhibidores de aromatasa y moduladores selectivos del receptor de estrógeno. En general, son bien tolerados y presentan menos efectos secundarios. Sin embargo, no todos estos cánceres responden a esta terapia y cada caso ha de analizarse de modo individual.
Quimioterapia
Su finalidad es matar las células cancerosas en todo el cuerpo. Para ello, utiliza medicamentos administrados por vía intravenosa o píldoras, susceptibles de ser combinados para aumentar su efectividad.
Su aplicación:
- Provoca efectos secundarios como náuseas, vómitos, pérdida de cabello y fatiga.
- Puede ayudar a controlar el crecimiento del cáncer.
- Puede mejorar la calidad de vida.
La duración del tratamiento depende del tipo y la extensión del cáncer, así como de la respuesta individual de cada mujer.
Terapia dirigida
Persigue bloquear las señales de crecimiento celular específicas que permiten a las células cancerosas aumentar y dividirse. Es fruto de los avances en la comprensión de las características moleculares del cáncer de mama.
Sus medicamentos están diseñados para atacar proteínas específicas presentes en las células cancerosas, por lo que sus efectos secundarios son menores.
No obstante, su efectividad varía y es un tratamiento costoso. Además, en ocasiones, desarrolla resistencia.
Inmunoterapia
Consiste en activar el sistema inmunitario para que ataque las células cancerosas, por medio de medicamentos como los linfocitos T.
Ha demostrado su validez en algunas pacientes con cáncer de mama metastásico, especialmente aquellas cuyo tumor tiene una proteína llamada PD-L1.
Ahora bien, no es aplicable a todas las pacientes, y entre sus posibles efectos secundarios figuran: fatiga, náuseas, pérdida de apetito y reacciones alérgicas.
Radioterapia
Emplea radiación ionizante para destruir las células cancerosas. Se administra:
- Externamente. Mediante una máquina que emite radiación hacia el área afectada.
- Internamente. Colocando una fuente de radiación en el tejido canceroso.
Se emplea como tratamiento principal para reducir el tamaño del tumor o como terapia coadyuvante tras la cirugía, para destruir cualquier célula cancerosa restante. Como efectos secundarios incluye fatiga, náuseas y diarrea. Además, exige cumplir con minuciosidad las instrucciones del equipo médico.
Cirugía
Se aplica en casos específicos para extirpar tumores grandes o aliviar los síntomas en pacientes con metástasis óseas que causan dolor intenso. Sin embargo, no frena el cáncer de mama metastásico, ya que las células cancerosas se han propagado a otras partes del cuerpo.
Mastectomía, lumpectomía y cirugía reconstructiva son las opciones. Siempre conllevan riesgos y la posibilidad de complicaciones, como infecciones, sangrado y problemas de cicatrización. Por lo tanto, es crucial decidir su conveniencia de manera individualizada.
Importancia de aliviar el dolor en pacientes con este cáncer
La gestión del dolor es crucial en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama metastásico. El dolor suele ser un síntoma constante y debilitante que afecta la calidad de vida del paciente, su capacidad para realizar actividades diarias y su bienestar emocional. Además, si se cronifica activa el riesgo de depresión, ansiedad y aislamiento social.
Entre las opciones de tratamiento efectivas figuran:
- Medicamentos analgésicos, como los opioides. Siempre bajo supervisión médica, debido a los posibles efectos secundarios.
- Terapias complementarias. Acupuntura, terapia ocupacional y fisioterapia.
- Complementos alimenticios. Olimina3 es un producto orientado a aliviar los dolores articulares generados por los tratamientos con inhibidores de aromatasa. En su presentación como OliminaFlex, tiene una efectividad clínicamente probada y se convierte en un aliado beneficioso en esta lucha.
En resumen, el cáncer de mama metastásico es una enfermedad compleja, cuyo tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario y personalizado. De este modo, se puede vivir con él de forma digna durante más tiempo que antes. ¡Ponte en buenas manos!
