La dieta mediterránea resulta un aspecto clave de nuestra cultura. Es parte de nuestro día a día y, aunque no seamos conscientes, está siempre ahí. No obstante, más allá de ser un rasgo cultural o una simple variedad gastronómica, lo cierto es que los beneficios de la dieta mediterránea para la salud son numerosos. Sigue leyendo porque en este artículo analizaremos cuáles son esos beneficios y cómo esta forma de alimentación puede contribuir a tu bienestar.
Qué es la dieta mediterránea
Empecemos por lo básico, ¿en qué consiste?, ¿cuáles son sus características?, ¿qué es lo que la diferencia de otros tipos de alimentación? Son muchas las preguntas que te pueden surgir cuando se habla de alimentación y nos gusta que seas curioso al respecto.
En primer lugar, te contamos que este término designa el modo tradicional de alimentarse de las poblaciones de la cuenca del mediterráneo, de ahí su nombre. Es decir, hablamos de países como Francia, Italia, Grecia y, por supuesto, España.
A grandes rasgos, la dieta se basa en el uso de legumbres, cereales integrales, frutas, verduras y un consumo moderado de vino. Tampoco pueden faltar las grasas saludables, como el aceite de oliva, nuestro oro líquido, o el pescado azul, rico en omega-3. No hay unas pautas demasiado rígidas al respecto, tan solo debes pensar en la alimentación que llevaban tus abuelos o bisabuelos para hacerte una idea.
Como no puede ser de otra manera, el resultado es una cocina deliciosa y nutritiva a partes iguales. Tanto es así, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, y también reconocida por quinto año consecutivo como la mejor dieta del mundo según U.S. News & World Report.
Cuáles son los beneficios de la dieta mediterránea
Más allá de la percepción que podamos tener con base en nuestra experiencia, lo cierto es que esta dieta está respaldada por numerosos estudios científicos. Por eso, resulta ideal para todas aquellas personas que desean mejorar su salud y protegerse frente a enfermedades. ¿Eres una de estas personas? A continuación, te contamos detalladamente cuáles son los aspectos positivos de esta dieta.
Contribuye a la salud cardiovascular
Este modelo nutricional es perfecto para mejorar la salud cardiovascular. La ausencia de procesados y de grasas saturadas, así como el aporte de antioxidantes tan potentes como el hidroxitirosol son las claves de su éxito. Diversos estudios indican que:
- Favorece la actividad del corazón, al reducir la presión arterial diastólica y sistólica.
- Reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca o tener un accidente cerebrovascular.
- Consigue frenar la acumulación de placa en las arterias. La placa es lo que se conoce como los depósitos de grasa y colesterol que obstruyen los vasos sanguíneos. Sin duda, uno de los factores que más influyen en el desarrollo de problemas cardíacos.
Protege la función cerebral
Además de ser útil para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro cerebro, la dieta típica del Mediterráneo contribuye a evitar el deterioro cognitivo que surge a consecuencia de la edad. El aceite, las naranjas, el tomate, la zanahoria, el pan o el pescado son ingredientes muy ricos en antioxidantes. Esta función resulta positiva para la regeneración celular de diversos órganos, como el cerebro.
La memoria y la capacidad de atención, así como otras funciones cognitivas, son las grandes beneficiadas de esta alimentación, tal como indican ciertos estudios.
Nos mantiene en forma
Está claro que el sobrepeso y la obesidad son factores que contribuyen a un mayor riesgo de padecer un problema cardiovascular y también dolencias en nuestras articulaciones y huesos. Es por eso por lo que esta dieta resulta tan interesante.
Gracias a la variedad de sus productos y a su bajo aporte calórico, sirve para controlar el peso y proporcionar una sensación de bienestar físico. Si a la ecuación añades también algo de ejercicio, en muy poco tiempo podrás encontrarte en una excelente forma.
Alarga la esperanza de vida
Si vamos sumando todos estos beneficios, la consecuencia última es que la esperanza y calidad de vida de las personas que optan por esta dieta es superior a la del resto. No solo vivimos más, sino que el envejecimiento por el que hay que atravesar será mucho más saludable.
Los expertos en la materia señalan que por cada diez años que pasamos siendo fieles a esta dieta, podemos añadir a nuestra vida hasta cuatro meses de vida saludable.
Asimismo, resulta interesante señalar que esta alimentación está relacionada con la prevención de ciertos tipos de cáncer, como el de mama.