La inmunoterapia es un tratamiento del cáncer de mama que está recibiendo mucha atención en la comunidad médica y científica en los últimos años.
Persigue activar el sistema inmune del paciente para combatir las células cancerígenas, ofreciendo así una alternativa a la quimioterapia y a la radioterapia.
En este artículo, te mostramos cuáles son sus principales características y fundamentos. ¡Empezamos!
¿Qué es la inmunoterapia para el cáncer de mama?
Este tratamiento utiliza el propio sistema inmunológico del paciente para combatir las células cancerosas. Consiste en estimular los linfocitos T, que son las células encargadas de identificar y atacar a las cancerosas.
La oncología la emplea en combinación con otros tratamientos, como quimioterapia o radioterapia, para mejorar la eficacia terapéutica y mitigar sus efectos secundarios.
Sin embargo, no todas las personas son candidatas a recibirla. Es necesario comprender que los resultados varían según el tipo de cáncer de pecho y el estado de salud general de quien recibe esta terapia.
En la actualidad, es una opción prometedora que proporciona beneficios significativos en determinadas ocasiones.
Ventajas e inconvenientes de la inmunoterapia
La inmunoterapia se presenta como una forma innovadora de tratar el cáncer de pecho. Entre sus ventajas destacan:
- Es capaz de atacar específicamente las células cancerosas.
- Reduce losefectos secundarios en comparación con otros tratamientos.
- La respuesta al tratamiento es más duradera.
- Mayor control sobre la progresión del cáncer.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. También existen algunos inconvenientes asociados a su aplicación:
- Alto coste.
- Falta de eficacia en algunos pacientes.
- Posibles efectos secundarios graves, como inflamación pulmonar y reacciones autoinmunitarias.
Así, pese al avance que supone su aparición, es imprescindible analizar de modo individualizado su aplicación. Siempre hay que considerar con cuidado los riesgos y los beneficios antes de elegirla.
Procedimiento y número de sesiones de la inmunoterapia
No existe un procedimiento único en la inmunoterapia para este cáncer, porque se adapta al tipo de tratamiento que se esté realizando.
Sin embargo, en general, estas son sus características habituales:
- Se administra por vía intravenosa.
- Los ciclos duran desde varias semanas hasta varios meses.
- La cantidad de sesiones necesarias depende del estado de salud del paciente y de su respuesta al tratamiento.
- Siempre debe ser administrada bajo supervisión médica y en un entorno controlado. Esto es así porque puede producir efectos secundarios, aunque suelen ser menos graves que los de otros tratamientos.
¿Es un tratamiento agresivo?
Es cierto que su agresividad es inferior a la de la quimioterapia y, por ello, supone un importante avance en las terapias para el cáncer. Sin embargo, dado que puede generar efectos secundarios graves, es considerado un tratamiento agresivo.
Entre estas consecuencias colaterales negativas figuran la fatiga, la fiebre, las náuseas, los escalofríos, la diarrea y el dolor muscular. En ciertas ocasiones, se produce una reacción alérgica. Además, puede afectar al sistema inmunológico del paciente, incrementando el riesgo de sufrir infecciones.
Igualmente, se han dado casos en los que su administración ha derivado en problemas respiratorios y gastrointestinales.
Con todo, y a pesar de estos efectos secundarios, muchos pacientes hallan en la inmunoterapia un tratamiento efectivo para su cáncer de mama.
Si bien se puede administrar por igual a la mujer y al hombre, es básico analizar a fondo cada situación concreta. Los doctores y los pacientes han de repasar y poner en común las posibles consecuencias secundarias antes de iniciar esta terapia.
Y, por supuesto, hay que mantener un seguimiento cuidadoso durante y después del tratamiento para garantizar su seguridad. La prevención no solo conviene enfocarla hacia la detección precoz de estos tumores. También es fundamental al aplicar sus tratamientos.
El futuro de la inmunoterapia para el cáncer de mama
El futuro de la inmunoterapia para trata este cáncer es más que prometedor. En la actualidad, se están llevando a cabo numerosos estudios clínicos para evaluar su eficacia:
- En diferentes etapas de la enfermedad.
- En combinación con otros tratamientos.
Entre los principales objetivos de la investigación avanzada figura establecer biomarcadores para identificar a los beneficiarios de la inmunoterapia.
Además, se están desarrollando nuevas estrategias terapéuticas capaces de mejorar la respuesta inmune contra las células tumorales. Entre ellas, el uso de vacunas personalizadas y la modulación de la microbiota intestinal.
También se están investigando nuevos fármacos inmunomoduladores que actuarán sobre distintas dianas moleculares y completarán o reemplazarán a los tratamientos actuales.
Como ves, hay muchas expectativas, posibilidades y esperanzas puestas en la inmunoterapia.
A modo de conclusión, podemos aventurar que esta técnica innovadora ha abierto las puertas a nuevas formas de tratar el cáncer de mama. Aunque todavía no es una solución excelente ni general, posee un futuro muy prometedor. Apoyar la investigación en su prevención y sus tratamientos también está en tu mano. ¡Colabora y contribuye a difundir una conciencia colectiva valiosa en este ámbito!
