La cúrcuma es una planta que ha sido utilizada en las medicinas orientales durante milenios. En la actualidad, es conocida por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes y forma parte de complementos alimenticios destinados a aliviar diversos síntomas. Sin embargo, la asimilación de la cúrcuma y la curcumina en el sistema digestivo no es fácil y, por ello, queremos hablarte de este tema en profundidad.
Asimilación de la cúrcuma
La cúrcuma o turmérico es una planta de la familia del jengibre originaria de la India. Su nombre científico es Curcuma longa y la parte más útil son los rizomas, gruesos y ramificados, de un tono amarillo muy vivo. Además de poseer propiedades medicinales, se secan y muelen para emplearlos como condimento por su poder colorante y su aroma como, por ejemplo, en el curry.
Desde el punto de vista de los efectos en la salud, los componentes más relevantes del turmérico se llaman curcuminoides, entre los que figuran la demetoxicurcumina y la curcumina o diferuloilmetano, que es un polifenol. Esta última es la molécula más estudiada y constituye una proporción variable entre el 3 y el 22 % del peso del extracto en polvo.
Los curcuminoides son principios activos, sustancias químicas naturales que se extraen para incorporarlas a complementos alimenticios, con lo que se obtiene una potencia mucho mayor que la del turmérico. Por este motivo, siempre es recomendable obtenerlas de productos que las proporcionen en una alta concentración.
Entre los efectos antiinflamatorios más importantes se encuentra la acción sobre los mediadores de la inflamación. Los mecanismos son la reducción en la producción de leucotrienos, citoquinas y ácido 5-hidroxi-eiscosatetranoico. Además, inhibe la infiltración de los neutrófilos y la agregación plaquetaria.
La baja biodisponibilidad
El problema que presenta es su baja biodisponibilidad, un concepto con el que se indica la proporción y la velocidad con las que se absorbe para pasar a la sangre y llegar hasta los tejidos. De esta manera, aun administrando dosis orales muy elevadas de cúrcuma o del rizoma en polvo, su efecto para aliviar la inflamación y los dolores osteoarticulares es insuficiente. Por eso, encontrar combinaciones con ingredientes que permitan aumentar la biodisponibilidad es fundamental.
Los principales obstáculos para que la absorción sea rápida y se alcancen niveles elevados en el plasma son:
- Una baja solubilidad en agua.
- La inestabilidad de la molécula, que conduce a su degradación.
- El metabolismo hepático, que es muy activo.
- Su vida media breve.
¿Por qué se dice que hay que tomar la cúrcuma con pimienta negra?
Entre los inconvenientes que existen, uno de los más importantes es la transformación hepática de la curcumina en ciertos metabolitos. Se trata de compuestos que no tienen acción antiinflamatoria ni pueden elevar la cantidad de antioxidantes en el organismo para contrarrestar el estrés oxidativo.
Por esta razón, incluso a dosis tan altas como 12 gramos al día de un extracto con 95 % de pureza, los niveles en sangre siguen siendo muy bajos como para producir efectos fisiológicos.
Administrar cúrcuma junto con pimienta negra, otra sustancia natural, es una de las soluciones para resolver este problema. La razón es la presencia de la piperina, un alcaloide que se encuentra en la capa más externa del fruto del Piper nigrum. Esta última planta pertenece a la familia de las piperáceas y también se utiliza comúnmente como condimento por su sabor picante. En distintos grados de maduración, la pimienta puede ser blanca, verde o negra.
La piperina inhibe los procesos de glucuronidación hepática e intestinal, mientras que eleva la velocidad de absorción de los curcuminoides. A dosis altas, la biodisponibilidad de este polifenol se eleva en un 154 %.
La proporción más adecuada para aumentar la absorción y conseguir beneficios parece ser administrar piperina al 1 % de la dosis de curcumina. Sin embargo, hay evidencias que sugieren que este alcaloide de la pimienta negra podría modificar la permeabilidad de la mucosa intestinal.
¿Es siempre necesaria la pimienta negra?
Siempre que se consuma cúrcuma es importante incorporar la pimienta negra por los motivos indicados anteriormente.
Sin embargo, los fabricantes de complementos alimenticios empleamos curcumina. La curcumina es el extracto concreto que proporciona a la cúrcuma sus beneficios para la salud.
La curcumina se procesa de diferentes formas y habitualmente la encontramos fitosomada o liposomada. Son procesos en los que se implementa un recubrimiento externo que favorece su absorción por el organismo.
La diferencia entra ambos procesos es el tipo de recubrimiento. En el caso de ser fitosomada, la curcumina se recubre mediante una esfera formada por fosfolípidos. La curcumina liposomada, va cubierta por una bicapa de lípidos sólidos, mientras que la tecnología que recubren el principio activo.
Por este motivo Olimina 3, un producto formulado para aliviar las molestias articulares de la artritis y la osteoartrosis, no requiere la incorporación de piperina. Concretamente, este complemento alimenticio en cápsulas, sometido a pruebas de calidad, está elaborado a base de varios compuestos naturales con acción antiinflamatoria y antioxidante sinérgica que proceden de la dieta mediterránea:
- Polifenoles derivados del aceite de oliva virgen extra.
- Ácidos grasos omega-3: alfa-linolénico (ALA), eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).
- Curcumina liposomada.
Gracias a esta combinación, proporcionamos una mejor biodisponibilidad y puedes beneficiarte así de sus efectos. Además, los complementos alimenticios que contienen productos naturales con resultados avalados científicamente son una garantía de salud y bienestar.
La cúrcuma es una planta que se ha utilizado durante milenios y puede ayudarte a sentirte mejor, más aún cuando la asimilación de sus compuestos activos es rápida y segura. Recuerda siempre que la vida está para disfrutarla. ¡Visita nuestra página web!